Las tradiciones moldavas de este vino se han fusionado en una gama única de productos Cricova dedicados a la alfombra de Besarabia. El vino blanco seco clásico espumoso tiene un sabor delicado y moderado, con un retrogusto dulce ligero y un sabor intenso.
Color amarillo transparente brillante.
Olor: Peras verdes, orejones, manzana amarilla.
Sabor: Ligeramente dulce, rico, fresco.
Se puede complementar con tarta de manzana hojaldrada o con postres de textura aireada.