La savia de abedul es un tesoro de vitaminas y minerales. Contiene sales de magnesio, potasio, calcio, silicio, sodio, cobre, aluminio, fósforo, zinc, circonio. El potasio, el sodio y el cloro regulan la presión osmótica y mantienen la composición salina de la sangre. El calcio es necesario para los huesos y los dientes, y el potasio es necesario para el funcionamiento normal del sistema nervioso y los músculos. La savia de abedul también es rica en ácidos orgánicos, taninos, enzimas, fitoncidas y saponinas. La savia de abedul debe consumirse para restaurar la fuerza del cuerpo, especialmente después del invierno, cuando los resfriados han reducido la inmunidad. Se adapta bien a la depresión de primavera y la fatiga, aumenta la hemoglobina. Y los fitoncidas que contiene matan las bacterias y protegen contra las infecciones virales. Si bebe un vaso de jugo todos los días durante un mes, ningún resfriado o mal humor arruinará los maravillosos días de primavera.
La savia de abedul es extremadamente beneficiosa para la enfermedad renal, en particular en el tratamiento de la inflamación. Ayuda a liberar los cálculos renales y elimina la arena.
La savia de abedul puede ayudarte a perder peso. Mejora los procesos metabólicos en el cuerpo, elimina toxinas y tiene un efecto positivo en el estómago. Simplemente reemplace el café y el té con savia de abedul, puede combinarlo con jugo de naranja o limón. Savia de abedul baja en calorías: 100 gramos contienen solo 25 calorías.
Las sustancias biológicamente activas y las enzimas contenidas en la savia de abedul mejoran el funcionamiento del tracto gastrointestinal. Incluso las personas que padecen pancreatitis pueden beberlo. Y ayudará a las mujeres embarazadas a deshacerse de la toxicosis.